Sareb enfrenta una crisis tras romper unilateralmente acuerdos de venta de activos​

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida como el «banco malo», se encuentra en una situación crítica después de rescindir de manera unilateral varios acuerdos de venta de activos residenciales. Esta decisión ha generado tensiones con los servicers encargados de gestionar sus activos, como Aliseda, Hipoges y Servihabitat, quienes han expresado su desacuerdo ante la modificación sustancial de los contratos y la percepción de una vulneración de la seguridad jurídica.

En 2022, Sareb adjudicó a Aliseda e Hipoges la gestión y comercialización de una cartera de inmuebles y préstamos valorada en 25.300 millones de euros. Un año antes, Servihabitat fue seleccionada para el Proyecto Neo, un contrato de desarrollo urbanístico de suelos valorado en más de mil millones de euros, al que posteriormente se sumó otro para gestionar alquileres sociales .​El País+4elconfidencial.com+4Sareb+4

La reciente ruptura de estos acuerdos ha provocado que los servicers se planten y cuestionen la viabilidad de continuar colaborando con Sareb. La entidad, por su parte, argumenta que estas decisiones responden a directrices del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), su principal accionista, y buscan optimizar la gestión de los activos para cumplir con los objetivos de desinversión establecidos.​

Sin embargo, esta situación ha generado incertidumbre en el sector inmobiliario y podría derivar en una serie de litigios legales si no se alcanza una solución consensuada entre las partes involucradas. La estabilidad de Sareb y su capacidad para gestionar eficazmente los activos heredados de la crisis financiera de 2008 están en entredicho.​